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Medios de comunicación y sociedad

Traducción y racismo

Hace algunas semanas hablamos de esto mismo en clase al respecto de lo que había dicho el seleccionador nacional y los pitos en el Bernabéu. Os dije lo que ahora Javier Marías explica mucho mejor que yo. Os recomiendo su lectura vivamente.

JAVIER MARÍAS

EL PAIS SEMANAL - 12-12-2004

Cuando, hace ya muchos años, daba clases de Teoría de la Traducción, el primer día procuraba convencer a mis alumnos de la veracidad de dos afirmaciones contradictorias, de carácter general. Una era “Todo puede traducirse”. La otra, “La traducción es imposible”. Y, si no me equivoco, tras ejemplos variados y diferentes maneras de enfocar el asunto, acababan por aceptar que ambas cosas eran ciertas, o al menos podían serlo. La segunda de ellas me ha venido a la memoria a raíz de la tremendamente inflada polémica en torno a las palabras que el seleccionador de fútbol, Luis Aragonés, dirigió en un entrenamiento al jugador Reyes. Una cámara captó la escena, ésta dio la vuelta a medio mundo, y luego vinieron las posteriores torpezas y los imbéciles de turno para complicar lo que, de haber habido un buen traductor por medio –o bien ser posible la traducción, la cabal–, no debería haber tenido importancia, o muy escasa.
Lo que Aragonés soltó a su pupilo, para picarlo en su amor propio y “motivarlo”, fue algo así como: “Dígale, demuéstrele a ese negro de mierda que usted es mejor que él”. Se refería al famoso compañero de Reyes Thierry Henry, ambos en el Arsenal londinense, y yo creo que cualquier español conocedor de las hablas coloquiales que la gente emplea aquí muy a menudo, supo, desde el momento en que trascendió el comentario, que en la frase de Aragonés no había –o no por fuerza, desde luego– racismo alguno, y que lo mismo podía haberse referido a Van Nistelrooy como a “ese holandés de mierda”, a Shevchenko o a Kahn como a “ese rubio de mierda”, o a Adriano o Kaká como a “ese brasileño de mierda”. Se trataba tan sólo de una manera (ruda) de hablar, que todos conocemos bien y que nunca hay que tomar al pie de la letra, igual que no se nos ocurre tomar de ese modo insultos objetivos que sin embargo se dicen en tono cariñoso, o envidioso-admirativo: “Qué suerte tienes, cabrón”, o “Qué bien juega el hijoputa”, son cosas perfectamente habituales que no encierran injuria pese a las apariencias; y “ese negro de mierda” pertenece a la misma gama –ya digo, envidioso-admirativa–, y la traducción explicativa de las palabras de Aragonés vendría a ser esta: “Demuéstrele a ese negro del que se hablan tantas maravillas (estoy hasta los cojones de oír su alabanza, y bien que es merecida), que usted es incluso mejor que él”. Yo apostaría a que la expresión “de mierda” llevaba el elogio implícito, y lo justo que a Luis le parecía ese elogio, esto es, lo envidiable. No es nada infrecuente que cuando alguien hace algo muy bien, se diga o piense de él: “Qué hijoputa el tío, cómo remata, cómo escribe, cómo toca el piano”.
Ahora bien, ¿es esto propiamente traducible? ¿Con todos los matices y hábitos que he apuntado, y que a cualquier español no cursi nos facultan para oír la conflictiva expresión con naturalidad y sin ir a buscar en ella lo que en realidad no hay? Probablemente sí sea traducible, pero se habría requerido de un magnífico traductor (pocos hay, y en la prensa menos) que conociera a la perfección ambas lenguas, el español y el inglés. Lo que es seguro es que si la frase se traslada literalmente sin más, suena fatal y se entiende por fuerza de manera muy distinta de como aquí la entendimos todos.
Pero a eso se añadió, por desgracia, que Aragonés, con elementalidad excesiva, desbarró con unos periodistas británicos sobre el racismo congénito del país de éstos. Y se añadieron, sobre todo, los cretinos miméticos (todas las sandeces prosperan en nuestro tiempo, siempre son imitadas y repetidas por diez mil cabestros) que se dedicaron a abuchear y a proferir gritos simiescos cada vez que un jugador negro de un equipo rival tocaba el balón. Uno de los mayores problemas de nuestra época es, también, el ansia general de otorgar importancia a lo que no la tiene, o muy poca. Es obvio que los ultras de Chamartín que tuvieron esa actitud tarada ni siquiera son racistas verdaderos, ya que si lo fueran de veras silbarían en cada partido a Ronaldo y a Roberto Carlos, que son mestizos, o lo habrían hecho con Makelele durante años. El problema es de esos ultras, ellos sí simios, no sólo por su nula racionalidad, sino por su primitiva propensión al remedo. Puede que durante una temporada padezcamos en nuestros campos una ola de comportamientos así, que en realidad no responden a algo profundo (a los futbolistas estamos acostumbrados a verlos sólo como tales, y de hecho cuesta acordarse de que Ronaldo o Roberto Carlos no son blancos, porque nos trae sin cuidado), sino a un expediente más para provocar al contrario y descentrarlo. Es sólo la crueldad superficial y descerebrada de una parte del público de todo estadio: al jugador cuya mujer le ha puesto cuernos le sacarán el índice y el meñique todo el partido, y al que ha consumido cocaína le cantarán “Fulano, pásanos una raya”, y así hasta el infinito. En realidad sólo cabe añadir que ojalá todo racismo, el que no se limita a los estadios, fuera así: en el fondo tan estúpido, tan pueril y tan inocuo. Que se lo digan a los inmigrantes que no juegan al fútbol.

Hala, a evaluar...

Cómo os dije, me gustaría que evaluarais las sesiones del seminario que estamos realizando los viernes. Me gustaría contar con vuestras respuestas antes del viernes próximo. El objetivo no es otro que mejorar los puntos débiles y ver si nuestros objetivos se han cumplido en parte. Podéis escribirme directamente a esta dirección con vuestros comentarios o, usar mi bitácora para dejarlos si queréis que sea anónimo. No obstante, ya sabéis que tenéis toda la confianza para hablar y decir lo que queráis. El único límite es la educación, claro ;-)
Así pues, por favor: ¿qué os parece los contenidos del seminario?, ¿os ha servido para algo?, ¿qué os parece el profesor?, ¿sabe de lo que habla? ¿entendéis cuál es fin de las clases?, ¿qué os parece el tener una bitácora?, ¿notáis alguna progresión al leer vuestras bitácoras?, ¿creéis que vuestra percepción de la cultura española ha cambiado en algo?, ¿creéis que el seminario es útil para algo?, ¿qué problemas principales habéis detectado?... En fin, añadir cualquier otro comentario que creáis necesario.
Espero impaciente vuestros comentarios.
Un saludo,

La mitad

Hemos pasado el ecuador, la mitad de nuestros encuentros. En breve recibiréis un mensaje para que contestéis, quiero que seais sinceros y evaluéis los seminarios. Por cierto, aunque ya os lo he dicho: perdón si hubo malos entendidos respecto a las conferencias del 29 de octubre. La culpa fue mía, tenía que haberos explicado que significaba exactamente «por confirmar». Lo siento de veras.
Cambiando de tema, os recuerdo al grupo A y B que tenéis varios textos por escribir en vuestras bitácoras. En concreto el grupo A:

  • País Vasco, la libertad, el origen del nacionalismo, sus reivindicaciones...
  • La cuadrilla, qué es, por qué es importante en España.
  • Las noticias más importantes en vuestra opinión.

El grupo B es casi lo mismo, pero además recordar que tenéis que seguir leyendo los periódicos y haciendo observaciones sobre la cultura (recordad los ejemplos que vimos en clase).
He observado que algunas bitácoras son realmente buenas, enhorabuena y seguid así. Recordad: mejorad el diseño, incluir una pequeña bibliografía en la parte de «autor» y seguid actualizándolas. Poco a poco vais entendiendo en qué consiste este seminario tan extraño, lástima que nos queden pocos días.
Por cierto, os recomiendo algunas visitas cercanas: Alcalá de Henares (ciudad Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO), Aranjuez, Navalcarnero (buen vino), el Palacio de La Granja, Rascafría y, dentro de nada, la nieve en la Sierra.
Venga, aprovechad las últimas semanas entre trabajo y trabajo.
Un saludo a todos.

Ya estoy aquíiiiii

Hola:
Ya estoy de vuelta, ¿preparados para trabajar?
Abajo os pego una columna de Elvira Lindo, escritora madrileña que ahora vive en Nueva York. Creo que os puede interesar, espero vuestras opiniones.

ELVIRA LINDO

Cazadores

EL PAÍS - Última - 03-11-2004

Paseando el domingo pasado por un animadísimo Central Park en el que hasta los ancianos llevaban una chapa pidiendo el voto para Kerry, pensé en las dos maneras tan distintas en las que reaccionan tus amigos cuando les comunicas que te vas de España: a unos les das mucha pena porque piensan que te vienes a un país de imbéciles y se te contagiará y ellos perderán un amigo, y Europa, un europeo. Ninguna de las dos cosas me parece una gran pérdida, pero en fin. Y luego están los que sienten envidia porque si pudieran pondrían tierra por medio y se inventarían una nueva vida. Dos reacciones que no son solamente propias de los españoles: la ciencia ha demostrado que genéticamente las personas respondemos a estos dos prototipos, los que una vez que encuentran un hábitat adecuado ahí se quedan y los que nunca están a gusto con el paisaje que tienen delante y tienen la ansiedad del movimiento continuo. Recolectores y cazadores. Así somos las criaturas desde que el mundo es mundo. Estas dos posturas vitales estarían relacionadas más con nuestro particular universo genético que con el ideológico, pero parece que para los humanos eso de aceptar que estamos muy determinados por la caprichosa herencia genética es insultante, y entonces lo revisten de razones políticas, y te dicen, qué coño pintas tú en ese país de comida basura (uno aquí come estupendamente si quiere), en ese país sin historia (yo veo que la arquitectura de los dos últimos siglos está más respetada que en Madrid, por ejemplo), con esos ciudadanos tan simples (en cada abuelo neoyorquino está contenida parte de la historia del siglo XX), esa gente que va avasallando allá por donde va (hay muchos americanos avergonzados por la política exterior de Bush). Uno piensa que los españoles de alma recolectora, los que se quedan en España, tienen suerte, porque en nuestro país se vive razonablemente mejor que en muchos lugares del mundo (lo sabe el que viaja), pero deberían tener un mínimo de comprensión hacia esos compatriotas de alma cazadora que sienten razones poderosas para irse y estrenar una nueva vida (aunque sea en países como éste). Además, Internet te permite estar en dos lugares a la vez y no estar loco. Uno puede, por ejemplo, seguir al minuto la reunión de los presidentes autonómicos. Lo cual, mire usted, es una tranquilidad muy grande.

Guiris despistados

Os veo despistados. Aún seguís en vuestros zapatos de gringos para andar por España, es normal. Ojalá poco a poco os descalcéis y podáis disfrutar del contacto natural con la tierra. Siento la metáfora, pero por ahora seguís siendo "guiris" (averiguad qué es). Para dejar de serlo, basta que os preguntéis "por qué". De paso, ¿sabéis por qué hay tantas... tantas cacas de perro por las calles en España (y en Madrid)? ¿Tiene que ver algo con lo que visteis en el viaje a San Martín? A ver quién se atreve a responder.
Por cierto, os recuerdo que la asistencia es obligatoria. Viajar está bien, muy bien, pero no es una excusa para "hacer peyas" (averiguad qué es), así que organizaros mejor. Ya que hablamos de viajes: alrededor de Madrid tenéis muchas cercanas oportunidades de disfrutar, preguntadnos y os diremos.
Seguid publicando, subiendo pequeños textos sobre propinas, camareros, gente que se besa por las calles, ruido, fiestas, viajes... y todo lo que estáis viviendo.
Ah, aún quedan algunos que NO me han escrito todavía... Vale, pero luego que no se sorprendan, están más que advertidos. Se trata de ver cómo es vuestra vida y cómo progresáis y pasais de turistas a habitantes.
Ya sabéis que para cualquier problema estoy en el correo.
Seguid disfrutando (y escribiendo en vuestras bitácoras de vez en cuando).

Sobre San Martín

Hola a todos:
¿Qué os pareció el viaje a San Martín? Espero que disfrutarais mucho y que aprendierais sobre la influencia de «lo rural» en la cultura española actual. Para seguir por ese camino os propongo que me escribáis un email (correo electrónico) respondiendo a estas preguntas:
¿Hay mucha gente joven en el pueblo?
¿Creéis que más que hace 30 años o igual?
¿Dónde viven los que se fueron?
¿Hay más mujeres u hombres de 50 años?
¿En qué trabajaban antes y trabajan ahora?
¿Qué os parece la vida en el pueblo?, ¿es cómoda?, ¿qué creéis que hace la gente joven?
Y ahora lo más difícil:
¿Podrías relacionar cualquier detalle cultural de Madrid o España con el hecho de que la mayoría de sus habitantes de las ciudades vengan de los pueblos en épocas recientes?, ¿podéis relacionarlo con alguna noticia que hayáis leído, visto u oído recientemente?
Ánimo y espero vuestros mensajes antes del día 1.

(Auto)evaluación final

Bueno, pues ya hemos llegado al final del curso. A estas horas ya sabéis todos vuestras notas, aunque también las conociáis antes. Os pedí un texto final sobre si vosotros creéis que se han cubierto los objetivos que nos pusimos al principio de la clase. Ahora os escribo yo el mío.
Aunque estoy muy satisfecho con vuestra iniciativa y motivación, creo que no hemos cumplido los objetivos generales o al menos una parte: los lingüísticos. Durante todo el curso nos hemos centrado tanto en los temas que apenas hemos visto organización del discurso o temas de redacción... Esto es algo de lo que soy responsable por no estar más atento al reloj. Por otra parte, también es cierto que vuestro interés me arrastraba a discutir y argumentar los temas que planteabais.
Por otro lado, me gustaría que hubiéramos salido más de la clase, del aula quiero decir. Estaba previsto que hiciérais algunas visitas más, pero el 11M trastocó todos los planes. No obstante, creo que fue mi culpa de nuevo porque tenía que haber ajustado mejor los tiempos y haber previsto algunas discusiones.
En fin, si tuviera que darme una nota, creo que una B sería lo justo.
No sé si estaréis de acuerdo, pero espero saberlo.

La tele

La verdad es que os he visto un poco despistados. No sé si la falta de tiempo o la sobrevaloración de la actividad —«ver la tele... ¡qué chollo de tarea!»— tienen la culpa, pero el caso es que creo que el análisis no ha sido tan profundo como en otras clases. En fin, supongo que hay que daros tiempo; volveremos con este tema al final del curso.
Lo que sí quería recordaros es algunos programas útiles: en noticias, os recomiendo las de La 2 , todos los días a las 22.00, más frescas y alternativas, aunque sea una cadena pública; los martes tenéis «Memoria de España», la serie sobre la historia de este país de la que os hablé; en programas de entrevistas, me quedo con «Lo más plus», en el Canal +, a las 16.00 de lunes a jueves; en series, os recomiendo las más populares: «Los Serrano», los jueves, y «7 vidas» los domingos, las dos en Tele 5.
Hay muchos otros, también interesantes desde mi punto de vista, pero sois vosotros los que debéis decidir qué os interesa. Puede ser que os pase como a la mayoría de los españoles y os inclinéis por ver los programas de cotilleo («Aquí hay tomate» o «Mamma mía»), eso que llaman tele basura («El diario de Patricia», «A tu lado», o «Crónicas Marcianas») o las telenovelas. Al fin y al cabo, cuando se pregunta a la gente todos confesamos ver La 2 —cadena pública que pasa por ser la más alternativa y culta— aunque los datos digan que en realidad todos nos divertimos viendo las aventuras de «La selva de los famosos» o «Gran Hermano VIP».
[Este texto pertenece a la anterior bitácora, fue subido el 22 de febrero.]

Sobre el sistema

Para mí ha sido muy intersante y divertido contrastar el sistema político español (y europeo) con el norteamericano. Suele suceder que al comparar siempre aparecen las contradicciones del sistema: ¿por qué los partidos no funcionan de forma democrática?, ¿por qué debemos votar a los partidos y no podemos hacerlo a las personas?, ¿realmente hay tanta diferencia entre la gestión de los partidos principales?, ¿por qué el votante no decide con quién se ha de aliar su partido y son los dirigentes quienes lo hacen?... Muchas preguntas aparecieron durante la clase, algunas previsibles y otras no tanto, pero al final creo que yo salí ganando porque aprendí más que vosotros.
En cualquier caso, tened en cuenta que fue solo una introducción y que seguiremos ahondando en este tema durante todo el mes de marzo.
[Este texto pertenece a la anterior bitácora, fue publicado el 18 de febrero]

Pero ¿qué vamos a hacer en este curso?

En este curso vamos a experimentar sobre las posibilidades de usar nuevas formas y herramientas en el proceso de aprendizaje. Intentaremos que seais vosotros quienes llevéis la iniciativa de los contenidos que queréis ver y analizar. Además, vamos a intentar rompar el aislamiento de la calse para que podáis comunicar mejor con la sociedad que debéis analizar y entender.
Vuestras conclusiones son vuestras, es decir, son tan válidas como cualquiera, si nacen de la observación rigurosa y el contraste de datos. El centro de la clase no es lo que yo os pueda contar, sino lo que vosotros podáis deducir, aunque los mensajes sean contradictorios entre vosotros.

Objetivos

Conocer y analizar la sociedad española actual usando los medios de comunicación: prensa, televisión, radio e internet.

Mejorar la ortografía y la expresión escrita en español.

Producto

Se trata de que desarrolléis una bitácora dónde podaís dar a conocer vuestras conclusiones.

Competencias

Lingüísticas:
Desarrollar vuestra confianza a la hora de expresaros por escrito en español.
Aumentar vuestra capacidad de lectura y comprensión auditiva.

Culturales:
Que seais capaces de entender el contexto social español y comparalo con el norteamericano, no solo para entender el momento actual de España, sino a vosotros mismos y vuestra sociedad.
Aumentar vuestros conocimientos de la cultura (con minúscula) y la Cultura (con mayúscula) española, así como de su historia.

Personales:
Aumentar vuestra responsabilidad en el proceso de aprendizaje, no como algo enfocado a obtener un título, sino de desarrollo personal.
Generar la idea de la utilidad de conocer otros idiomas, en este caso el español, como medio de conocernos a nosotros mismos.

Técnicas:
Conocer y usar las herramientas tecnológicas disponibles.

Por último, esta es una clase para disfrutar y aprender, mejor dicho, para aprender sobre lo que os interese mientras trabajáis. Espero, y estoy seguro, de que cuando lleguemos al final os sentiréis orgullosos de este viaje.

Autoevaluación y evaluación

De la misma forma que os he dado a cada uno vuestra evaluación y os he pedido la vuestra propia, yo voy a daros la mía.
Sobre el curso tengo sentimientos opuestos, por un lado me parece que estáis descubriendo cosas útiles que os pueden ayudar a entender España y vuestra propia cultura. Además, en muchos casos, estos conocimientos os han permitido integrar y aumentar algunos conocimientos lingüísiticos. Por otro lado, al delegar en vosotros la reponsabilidad del mantenimiento de vuestras bitácoras, he visto como decaía el ritmo. Creo que esto me obliga a «obligaros» a un calendario de publicaciones... También he visto que las discusiones y curiosidad sobre los diferentes temas nos ha restado tiempo para algunos contenidos teóricos: ortografía, redacción, elaboración del discurso...
En general, espero que recuperéis el ritmo del principio. Por mi parte, os ayudaré a esto estructurando el ritmo y los contenidos de la clase de una forma más cerrada. Así mismo, intentaré usar esta misma herramienta más a menudo.
¿Qué os parece?